Parece inocente, das reenviar a algo que te piensas que puede ser interesante para otros, pero quizá ese simple acto haga que una idea o una imagen que no existía en la mente o el corazón de otro, empiece a cobrar vida… para bien pero quizá también (y la mayoría de los casos) para mal.
Hay cosas que no son dignas de ser contadas, así que para mí como regla, no seré yo quien cometa tal mal.