Temor

Mulder: El insecticida en cuestión provoca temor en las moscas de cultivo, que tal si la substancia causa la misma reacción en el humano. Todos los homicidas tuvieron fobia…
El insecticida elevó la fobia a un nivel incontrolable. Los aparatos electrónicos ordenaron específicamente que hacer con el temor con el fin de aliviarlo, los mensajes fueron enviados a propósito.

Scully: ¿por quién?

Scully: Mulder me equivoqué, exponerse al insecticida sí induce a la paranoia.

Mulder: Creo que esta zona se sometió a un experimiento controlado.

Scully: Controlado ¿por quién? ¿por el gobierno? ¿por una corporación? ¿por técnicos?

Mulder: Lo hicieron antes, ddt en los cincuentas, agente orange, guerra de gérmenes en distritos insospechados.

Scully: Pero ¿porqué Mulder? ¿porqué crear intencionalmente un pueblo que se destruye así mismo?

Mulder: Temor. La herramienta más antigüa del poder. Sí te distraen temiendo a los que te rodean, no podrás ver las acciones de los de arriba.

Expedientes X. Capítulo 3. Temporada 2.

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El tótem

“Sólo soy una muchacha, Gran león Cavernario, y los caminos de los espíritus me son desconocidos, Pero ahora comprendo un poco mejor. El lince fue una prueba, todavía más que Broud. Creb ha dicho siempre que no es fácil vivir con los totems poderosos, pero nunca me dijo que los dones más grandes que otorgan están dentro. Nunca me dijo cómo se siente uno cuando comprende por fin, la prueba no es simplemente hacer algo difícil, la prueba es saber que uno lo puede hacer. Te agradezco que me hayas escogido, Gran León Cavernario. Espero que llegaré a ser siempre digna de tí.”

Aule, Juane M, El clan del oso cavernario.

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Décima espinela

No hay mejor composición,
que la décima espinela,
me cautiva, me desvela,
es dulce como acitrón.
Las reglas de acentuación
siempre las llevo en la mente
y también tengo presente
hiato, sinalefa y rima
y mi estrofa se sublima…
octosilábicamente.

—-

Las ventanas de mi pueblo

en ventanas dibujadas
olas que vienen y van
intercaladas están
bellas figuras forjadas
letras s acostadas
que te invitan a observar
entre pilar y pilar
muebles tallados lujosos
que lucen esplendorosos
limpieza y calor de hogar.

—-

Nuestro río papaloapan
desmorono la rivera
con el enorme caudal
que llevo como un raudal
con lirio, flor y palmera,
soy deslumbrante quimera
arrebor crepusculares
ayúdame a reflejar,
matiza mi gran espejo
con bello color bermejo…
antes de que llegue al mar.

—-

La presa de Temazcal
igual que el acerro de oro
llegan al máximo aforo
por la lluvia torrencial
cae un copioso caudal
de agua limpia y cristalina
el relámpago ilumina
las nubes que dan a luz
en mi bello Veracruz
por ordenanza divina.

—-

Mi Virgen de Candelaria
patrona de la ciudad
con devoción y humildad,
labios musitan plegarias
eres como luminaria
todo que el que te circunda
con tu mirada profunda
candelaria milagrosa
tú luces esplendorosa
haces la tierra fecunda.

Haces la tierra fecunda
hermosos cañaverales
bastedad de pastizales
la pesca también abunda
con la fe que nos inunda
te paseamos por tu río
bendices el caserío
lluvia de globos y flores
en sinfonía de colores
contrasta con tú atavío

Contrasta con tu atavío
en olas una tras una
el agua verde aceituna
son las caricias del río
los feligreses con brío
prosiguen tu adoración
el sentimiento expresión
de fe con escapulario
tu nombre lleva el santuario
te entregan el corazón.

autor: Diego de Jesús Cruz Lara

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El coro de los esclavos

“Italia en ese entonces no existía, eran pequeños ducados independientes entre sí”, así inició su clase el Profesor Cárdenas, sabía que mucho de lo que enseñaba no llegaba a ser registrado por los jóvenes de su clase, sin embargo, el seguía empeñado en dirigirse a su audiencia como si fuera la más brillante.

Tal parecía que sería la misma rutína, el hablaba, ellos lo ignoraban, pero en esta ocasión, hizo que uno de los alumnos pasara una hoja a cada uno de los integrantes de la clase, durante el proceso se hizo un silencio de curiosidad por parte de los alumnos, que empezaron a leer el contenido de la hoja.

El profesor Cárdenas, aprovechó el momento para observarlos. Los alumnos desconcertados guardaron silencio, atentos al profesor.

El continúo con voz clara y fuerte… “eran tiempos difíciles, no había esperanza, pero un hombre logró lo que nadie, ¿Alguno tiene idea de como se logra unificar a un pueblo? preguntó.

¡Seguro con violencia! dijo uno de los alumnos con ánimo, y otros lo secundaron, “puede ser… sin embargo yo me refiero a UNIR a un pueblo”.

¿cómo se puede unir a un pueblo? preguntó una estudiante en voz alta, a la mejor por las leyes dijo otro intrigado. ¿Es alguna historia de la biblia? preguntó otro alumno.

El profesor sonreía y los miraba en silencio. Los alumnos empezaban a hablar entre ellos, sobre el tema. El profesor habló con voz potente sobre pasando el murmullo del aula, todos callaron.

“Las ideas son las que unen a los hombres”.

…el barullo empezó nuevamente y alguien preguntó en voz alta… pero ¿cómo?

“Hubo un hombre que unió no sólo a un pueblo, sino a un país, no usando la fuerza o la política… sino música.”

Eso no es posible, dijo alguien en el fondo del salón.

“Vaya que es posible”, respondió sereno el profesor. “Ese hombre es Giuseppe Verdi, el fué quien inspiró a toda una nación”.

El barullo empezaba, cuando el profesor les dijo, “en sus manos tienen un fragmento de la ópera Nabucco de Giuseppe Verdi, se le conoce como el coro de los esclavos, y para que ustedes comprendan como una idea puede transformar el mundo conocido, vamos a hacer un pequeño experimiento”.

“Es algo sencillo, su tarea será, si deciden aceptarla, aprenderse el texto de la hoja, como es ópera se interpreta en italiano, pero cada dos líneas cuenta con la traducción. Su siguiente tarea será que por el día de hoy y el día de mañana se imaginen a sí mismos como esclavos, pensando en lo que sería vivir sin la menor esperanza. Así que nos vemos el día de mañana.”

La clase terminó en silencio. Al día siguiente, el profesor Cárdenas ya los esperaba en el aula. Para sorpresa del profesor, entraron callados, sin la habitual alaraca.

El salón seguía en silencio, cuando el profesor accionó el reproductor de mp3 y una melodía inundó el aula…

Va’, pensiero, sull’ale dorate;
va’, ti posa sui clivi, sui colli,

¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas

ove olezzano tepide e molli
l’aure dolci del suolo natal!

donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!

Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate…

¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión!

Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!

¡Ay, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Ay recuerdo tan grato y fatal!

Arpa d’or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?

Arpa de oro de los fatídicos vates,
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?

Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!

Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!

O simile di Sòlima ai fati
traggi un suono di crudo lamento,

Canta un aire de crudo lamento
al destino de Jerusalén

o t’ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù!

o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al partir.

Cuando el fragmento terminó, los alumnos seguía en silencio, el profesor preguntó ¿a que aspira un esclavo?

A NADA casi gritó uno de los alumnos. ¿qué emoción les transmite la melodía? preguntó nuevamente el profesor.

De tristeza dijo uno, de querer algo mejor dijo una alumna. ¡Exacto! dijo el profesor con entusiasmo, ¿es un grito de guerra?

No, dijo alguien tímidamente. Es correcto, no es un grito de guerra, respondió el profesor. El coro de los esclavos permitió a un pueblo tener un anhelo. Fue tal el impacto de la obra de Verdi, que incluso la gente escribía en las paredes “Viva VERDI”: «Vittorio Emmanuele Re D’Italia» , como acrónimo político clandestino a favor de la unificación italiana… y lo lograron. La obra de Verdi traspasó las fronteras e inspiró a otros países, no pudo ser encarcelado porque su obra no incitaba a la violencia. Verdi pidió que lo que se recaudara de su obra se quedara los países que pedían su apoyo. De una manera sorprendente él y su obra iniciaron un cambio que transformó al mundo.

Es un evento del siglo pasado, pero parece que sigue hablando de épocas actuales, pensó en voz alta un alumno; Sí dijo otro, se oyen noticias de que desalojan a la gente de sus casas y prefieren suicidarse antes de salir a la calle.

Tienes razón, dijo el profesor. El punto más importante de todo esto es que no pierdan de vista que son las ideas las que pueden transformar y unir a los hombres. Y que cuando deje de importarles lo que pasa a su alrededor, recuerden que son parte del coro de los esclavos y que mientras en anhelo permanezca vivo en sus corazones el cambio es posible, dijo el profesor con una sonrisa cuando la alarma sonó indicando que terminaba la clase.

Verdi, Nabucco coro de los esclavos

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Nos han dado la tierra II

fan fiction.

Ese pedazo de tierra estéril era la herencia, no sólo de Emiliano sino el resto de familias de integraban el ejido, ya la revolución era un evento del siglo pasado, sí la revolución fué “institucionalizada” y ya habían pasado muchos años de corrupción y neoliberalismo… en varios sexenios las grandes paraestatales eran desmanteladas en aras del “desarrollo social”. Bueno… ya era posible ¡vender los ejidos! El abuelo le decía que uno de los grandes logros de la revolución, había sido dar la tierra a quien la trabaja… lo que era cierto es que hoy en día, después de una reforma constitucional, muchos ejidos eran malbaratados, pero nada cambiaba, enriquecía a unos pocos y la miseria seguía siendo la misma.

En el caso del Ejido del cual formaban parte los padres de Emiliano resultaba tan poco productivo, que no había manera de que pudiera ser vendido. Sin embargo, Emiliano había crecido escuchando los relatos de su abuelo, aprendió a ser hombre de palabra y a amar la tierra, dejó su casa siendo joven para estudiar para Ingeniero agrónomo en la Universidad de Chapingo. Durante los años de escuela Emiliano iba adquiriendo conocimientos, no sólo de la tierra, también de otras materias, que podrían ayudarle a regresar a casa. No perdía de vista que lo que tenía ante sí, era uno de los más grandes retos de su vida. Empezó trabajando para poder costearse los estudios y después de varios años de dedicación logró titularse.

Siendo realistas, Emiliano se dió cuenta de que no podría regresar a casa sólo con su título, necesitaba no sólo experiencia, sino también capital. Así que recorrió todo el país buscando hacerse de más conocimiento. A pesar de que resultaba más tentador quedarse en otros lugares, siempre estaba consciente del compromiso que había contraído con su tierra. No porque fuera de su propiedad, sino porque se sabía parte de ese campo morfogenético.

Después de varios años, Emiliano regresó a casa. Para sorpresa de sus padres, le dijo que llegaba para quedarse. Su padre sabiendo que era una locura, habló con él, le dijo que tenía más posibilidades fuera de ese lugar miserable. Emiliano escucho a su padre con respeto, y le pidió que le diera el beneficio de la duda y para que no se preocupara, le dijo que le diera 5 años, si en ese plazo no lograba hacer productiva esa tierra, se iría.

Emiliano estaba seguro que no sólo tendría que trabajar la tierra, también tendría que trabajar los corazones, sabía que años de miseria podían ser peligrosos para conservar la humanidad. Así que puso manos a la obra. Con algunos estudios, verificó que la tierra estaba agotada, pero algo se le ocurriría. Pasaron semanas y nada, encima parecía que contaba con todo el desánimo de la comunidad, que parecía alegrase de notar que seguro iba a fracasar.

No se daría por vencido, no en balde su abuelo le había dado ese nombre, en recuerdo del gran caudillo, así que para honrar a su abuelo y al caudilo no cedería ni un palmo. Trababa de mantener buen ánimo pero algo había en la inercia de lugar que si no se estaba atento podría ser autodestructivo. Así que se entregó a lo que mejor sabía hacer… trabajar.

Era curioso ese desafío a su ingenio, lo mantenía en un estado de claridad, que su pensamiento se hacía agudo. Un buen día viendo como su madre al preparar la comida, modaba, cortaba y desechaba las cortezas de los vegetales en un costal de yute, tuvo una revelación…. ¡Sí ese era el camino! lleno de entusiasmo le explicó a su mamá, ella lo miraba sorprendida y de momento se vió contagiada de su alegría.

Para su primera prueba de concepto hizo reunir todos los desechos vegetales de la comunidad, los cuales trituró y desecó hasta tener una especie de harina, que revolvió con los desechos de la milpa, quedando una composta, junto en una sóla hoja dos mantos enormes hechos a base de costales de yute, distribuyendo de manera uniforme la composta, en la superficie, cubrió esa primera base con otra cubierta de yute, pidió ayuda algunos mirones para que unieran ambas cubiertas. Así repitió 5 veces más uniendo unas con otras las cubiertas. Al final le quedó fué una especie de tapete grueso orgánico, Emiliano que ya tenía un área delimitada, levanto lo más que pudo la tierra dura, e hizo una especie alberca del tamaño exacto del tapete orgánico, lo clavó directamente en el piso y lo cubrió con la tierra que quedaba. Todo el proceso lo repitió varias veces hasta llegar al nivel de la alberca. Hasta ese punto la gente de la comunidad se mostraba tan curiosa que se iba involucrando con el proceso.

Emiliano sonreía, ellos no se daban cuenta de que iban aprendiendo con lo que veían y sobre todo iban rompiendo la inercia. Hasta ese punto ya había librado su primer obstáculo. El siguiente era el agua, ¿cómo invocar a tan una fuerza tan poderosa a un lugar tan desértico?

Por condensación… fue la respuesta que emergió de lo profundo se su conciencia. Eso era. Hizo conseguir bolsas de plástico, las cuales fueron uniendo con calor, hasta tener una superficie igual a la del área experimental. Durante las noches humedecían el área lo más posible, y durante el día, lo subrían con el plastico, el efecto del sol abrazador y el agua condensada, iban replicando una especie de caldo primigenio que favorecía la descomposición de todas las capas del área.

En este punto transcurría el tiempo y la gente de la comunidad, se iba involucrando más y más con el proyecto, que ya formaba parte de su actividad diaria. Lograron cultivar y cosechar con éxito papa. Otros integrantes del ejido pronto empezaron a duplicar la técnica de Emiliano.

Para poder aumentar la escala, Emiliano consiguió que hacer acuerdo con algunos locatarios de la central de abastos de la ciudad, para que le vendieran los vegetales que no lograban vender a tiempo. Logró adquirir un molino para triturar los vegetales. Contactó con los productores de yute y plástico para que le vendieran los rollos de material para hacer las bases y cubiertas de cultivo. Sin darse cuenta lo que había empezado con una acción se iba propagando en hondas.

Seguían teniendo el problema del agua. Emiliano sabía que era cuestión de tiempo, empezó a cultivar tulipanes africanos, sabía que su tenacidad, los haría encontrar el agua y que medida que aumentara el número de superficie regenerada, el mismo ecosistema respondería, la condensación formaría nubes y empezaría un nuevo ciclo para la tierra.

El esfuerzo continuado, transformó todo el lugar, pasaron los 5 años y Emiliano habló con su padre. Éste le dió las gracias por haberse negado a abandonar su tierra, le habló de su abuelo, de cómo a él también le contó las historias de la revolución y el caudillo, pero el siempre pensó que eran cuentos pero que ahora se daba cuenta que para su hijo habían sido el motor para cambiar el presente.

Emiliano se quedó en su tierra, sabía que no necesitaba “evangelizar” a nadie, sabía que cada esfuerzo se iría duplicando… esa era la naturaleza de los campos morfogenéticos.

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La rebelión de la Dolorosa

Desde el altar de madera y oro, Ella, ataviada con su suntuosa túnica púrpura, bordada de oro y plata, congelada en su rictus de dolor mirando al cielo, consumida por la pena, había visto pasar a miles y miles de personas…

Acaso serían las plegarias de tantas personas, durante tantos años… acaso sería simplemente un milagro, pero sucedió que un buen día la Dolorosa, pasó de ser una primorosa escultura de la época virreinal, a ser viviente. De momento sólo se conformó con observar y escuchar, le daba miedo moverse, ya había escuchado y visto como se comportaban esos seres, parecían siempre tan desesperados… que era más seguro mantenerse quieta.

Era un día como cualquier otro a media mañana, la iglesia estaba abierta pero vacía. La Dolorosa seguía paciente, observando y escuchando, cuando algo llamó su atención, primero no lograba ver con claridad, una pequeña silueta era recortada por el sol de medio día en contraste con la obscuridad de la catedral, le daban cierto toque celestial a la estampa, la Dolorosa sonrió ante lo curioso de la imagen.

Conforme se fué acercando se dió cuenta que era una niña. La pequeña visitante, miraba todo con curiosidad y entusiasmo, se detenía y miraba largo rato cada detalle que encontraba a su paso.

Cuando la niña llegó al altar de la Dolorosa, la niña no le quitó los ojos de encima, la Dolorosa de momento mantuvo la calma, el tiempo le había capacitado para mantenerse totalmente inmóvil. Pasó el tiempo y la niña la seguía mirando con mucho interés, lo cual la alarmó mucho, normalmente a las personas adultas les costaba mucho trabajo mantener más de dos minutos de completa atención… los había visto dormir mientras escuchaban los sermones.

Pero con esta niña, ya se estaba alarmando… trató de pensar en otra cosa, con la esperanza de que algo más llamara la atención de la niña… Cuando de repente la niña, le dijo ¿porqué lloras?

La Dolorosa tratando de controlarse, prefirió ignorarla esperando que se fuera, pero la niña preguntó otra vez ¿Porqué lloras? La Dolorosa seguía en silencio, ¡podía con esto! largos años como escultura la habían preparado para un momento como ese, sería fácil… terminaría por cansarse e irse.

Pero no, la niña seguía mirándola como esperando que le contestara… el silencio fué largo cuando de momento la niña le dijo… cuando estoy triste también lloro, pero no pasa mucho tiempo y vuelvo a estar contenta otra vez, pero cada vez que vengo, te veo llorando… que te tiene tan triste ¿no encuentras a tu mamá?

La Dolorosa conmovida por las palabras de la niña, la miró, nunca había intentado hablar, pero había tenido mucho tiempo para escuchar y aprender, así que trató de hablar, le costaba trabajo, era algo que nunca se había planteado hacer. La niña al ver que se movía, esperaba atenta su respuesta.

La Dolorosa, después de intentarlo varias veces, por fin pudo decir No lloro, la niña la miró incrédula. De verdad, no estoy llorando, la niña sin apartar los ojos de su rostro, dijo si es así ¿porqué tienes esas lágrimas y esa cara triste? Bueno es porque así me hicieron.

¿Te hicieron? dijo la niña, la Dolorosa suspirando trató de buscar la mejor manera de explicarse, le contó que ella como otras figuras que estaban en la iglesia, sólo eran una representación que contaba la historia de otras personas. La niña la escuchaba atentamente. Al concluir la explicación de la Dolorosa, meditó un momento y pregunto, entonces ¿porqué sigues triste?

La Dolorosa sin saber que contestar, se quedó muda. Hasta ese momento nunca se planteó la idea que podría ser algo o alguien diferente a lo que había sido hasta ese momento.

No lo sé, fué lo único que pudo responder. La niña mirando la confusión de la Dolorosa, se encaramó a una columna y le tomó la mano.

La Dolorosa brincó del susto… sentir la mano cálida de la niña, era una experiencia para nada de lo que había vivido antes la había preparado. Sólo pudo atinar a mirar a la niña que le sonreía, su rostro parecía un sol… a partir de ese momento no tenía claro que pasó… Sólo una secuencia de imagenes, se vío a sí misma bajando del altar con ayuda de la niña, salir corriendo de la mano de la niña por el pasillo principal de catedral mientras su elegante manto caía al piso.

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El arado de oro

Fan fiction

Después de su nacimiento, lo colocaron en un barril obscuro… todo fué tan rápido… por un instante la luz… y después sólo la obscuridad.

Tardó mucho en comprender que dejó de ser un objeto inanimado… es más ni siquiera tenía idea que antes era un objeto y lo que era ahora. Dentro de ese barril no tenía muchas alternativas, sólo estaba… y escuchaba, con el tiempo se dió cuenta de que habían sonidos, aprendió a distinguirlos, algo en él empezó a cambiar, empezó a ser más consciente de lo que era él y lo que era afuera de él. De alguna forma era como estar en la nada, no existía más que la conciencia de que era él y lo que no era él..

A fuera sucedían muchísimas cosas, transcurría el tiempo Alvin Maker, su padre, se conectaba a la tierra y continuaba con su labor de hacedor… Pero el arado de oro seguía sumergido en la obscuridad.

Transcurrieron muchos, pero muchos años y un buen día, alguien lo encontró dentro del barríl. Para el arado de oro fué muy extraño, ya había olvidado que existiera algo más que la obscuridad y los sonidos… pero ahora fué un shock para él… todo era tan luminoso y extraño que seguía sin comprender.

Lo sostenían en alto, sentía la tibieza de los soportes que lo sostenían, asustado por lo que pasaba, se dió cuenta que podía moverse… fué tal la sorpresa para él y para lo que lo sostenía que lo dejaron caer.

El arado sintiendo la dureza del piso, trato de encontrar una mejor posición, se asustó más cuando escuchó un grito de ¡SE MUEVE! el arado esperando ponerse a salvo de lo que se movía, trataba de resguardarse. Nunca había pensado antes que podía existir algo que amenazara, así que por primera vez en su existencia sintió mucho miedo. No sabía que pasaba y no tenía manera de defenderse o responder a lo que estaba experimentando en ese momento.

Así que pensó que lo más seguro era quedarse quieto. Así que ya más calmado, pudo distinguir lo que lo rodeaba, había formas distintas, unas rígidas y ¡otras móviles!

El objeto móvil se le acercó tanto que que dió cuenta de que era enorme, nuevamente lo levantó, pero el arado se sintió más confiado. Se mantuvo quieto, comprendió que cuando se calmaba, le era más fácil darse cuenta de lo que pasaba y siguió aprendiendo.

Con el tiempo se dió cuenta de lo que era un ser humano, también de que él era diferente a un humano o a cualquier cosa que existiera. Aprendió a comunicarse con el humano, él lo cuidaba y le hablaba mucho, a veces le entendía otras no.

A fuerza de que el humano seguía empeñado en comunicarse, el arado seguía cambiando. Así pasó el tiempo y el arado de oro supo que el humano era descendiente de su padre Alvin Maker… Arman.

Arman siguiendo la tradición, era el séptimo hijo de un séptimo hijo. Así que al encontrar al arado de oro dentro de las antiguas pertenencias de la familia… Sintió una gran pena por el arado de oro. ¿Qué lugar en el mundo podría tener un arado viviente de oro?

No juzgó a su tatara tatara abuelo, sabía que por alguna razón lo habría creado, sin embargo si bien la existencia odia el vacío y es necesario que los mismos hacedores luchen contra el caos y el vacío, también vital que los hacedores comprendan el compromiso que tienen con sus creaciones.

Arman al principio no tenía idea cómo podía ayudarle pero al darse cuenta de que el arado había desarrollado una conciencia, supo entonces lo que tenía que hacer. A final de cuentas donde exista una chispa de vida hay una posibilidad de cambio.

Así fué como se cruzaron los caminos del hacedor y el arado… Es probable que nunca exista un lugar en el mundo conocido para un arado viviente, pero para un ser consciente… las posibilidades pueden ser infinitas.

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El escudo de Atena

Quizá su padre la llamó así porque intuía que ella sería un dolor de cabeza, Atena era como cualquier joven, vivaz y curiosa… su único problema era que no dejaba de ser objeto de burla de sus compañeros de clase, el nombre de Atena Pérez presagiaba un desastre a nivel social… Esperaba que en algún momento fuera aceptable, pero entre más se esforzaba, más era rechazada.

Un día durante una excursión escolar a un viejo casco de hacienda a las afueras de la ciudad, sola como de costumbre, vagaba por los patios y jardines del lugar, sus pasos la llevaron a un jardín más pequeño, por las condiciones del lugar, se veía que no recibía mantenimiento, la maleza y el polvo invadían las diferentes esculturas que adornaban el lugar. De momento se dió cuenta de que ya había pasado mucho tiempo y que estaba ya lejos del grupo, así que giro rápidamente para regresar sobre sus pasos, al hacerlo casi choca con una anciana estaba junto a ella… El sobre salto la hizo caer de sentón, trató de levantarse rápidamente pero al hacerlo pisó su falda y nuevamente cayó al piso, la anciana se agachó a tratar de ayudarla pero como era muy vieja, no tenía fuerzas para lograr el apoyo que Atena necesitaba para levantarse y sí… cayó de nuevo.

Espera niña, le dijo la anciana, date tiempo… No se preocupe Señora, esto del humorismo involuntario se me da naturalmente, ya me levanto, dijo Atena. La anciana sonrió, al incorporarse Atena se impresionó al mirarla… era horrible.

Cómo te llamas, preguntó la mujer… Atena, Señora… Atena Pérez. ¡Ah! ¡como la Diosa de la guerra y la sabiduría! Sí Señora, para mi desgracia dijo Atena bajando la mirada. ¿qué sucede? preguntó la vieja al darse cuenta como se eclipsaba la joven.

¿qué que pasa? dijo Atena casi gritando, imagine mi caso… llamarse Atena, cuando no se es el mejor ejemplo de sabiduría, artes o justicia y encima llevar el apellido Pérez… no tiene idea de lo que he pasado por eso.

Comprendo. Dijo la anciana sin mostrar algún tipo de condescendencia. Atena se disponía a irse, cuando la anciana la detuvo. Espera, dijo. quiero preguntarte algo… ¿qué pensaste cuando me viste?

Atena bajando la mirada, se quedó callada un momento, le daba vergüenza admitir que se había espantado por su aspecto. ¡Mírame! ordenó la anciana. Atena se sentía cada vez más incómoda por la situación, se daba cuenta que no podía ocultar lo que realmente pensaba sobre la anciana y seguía mirando al piso, sin atreverse a mirla a los ojos.

¡MIRAME! ordenó la anciana con un tono tan imperativo que Atena no tuvo más remedio que obedecer… se sentía tan mal, que las lágrimas empezaron a nublarle la vista.

Cuando Atena encontró los ojos de la mujer, pudo ver su rostro. Así esta mejor dijo la anciana y suavizando su tono de voz le pregunto nuevamente ¿qué pesaste cuando me viste? Disculpe… balbuceaba Atena con dificultad, es que… SÓLO DILO exigió la anciana. Atena retorciéndose por dentro dijo por fin… es usted horrible.

GRACIAS, respondió la anciana en el mismo tono fuerte y claro. ¿lo ves? fué fácil. La mayoría son incapaces de ver a la cara a la realidad, así que optan por apartar la mirada o se quedan petrificados del susto cuando no tienen otro remedio que enfrentarse a la realidad.

Atena que ya se sentía más confiada, mirando con curiosidad el lugar, se aventuró a preguntar ¿qué este lugar? ah! niña este lugar podría ser un campo de batalla, un panteón o un jardín… ¿qué ves tú?

Al principio pensé que era un jardín, por todas esas esculturas, pero ahora que las veo con más detenimiento, veo que a pesar de los hombres y mujeres de piedra, las posturas que tienen no son las propias de las estatuas de un jardín… conforme iba comprendiendo que era ese lugar… un frío recorrió el cuerpo de Atena y sólo acertó a decir ¿quién eres?

¿No te haz dado cuenta? a estas alturas ya deberías saberlo… ¿qué detona la sabiduría, la civilización… o la guerra?

Una comprensión súbita emergió a la conciencia de Atena y respondió en un grito de euforia: ¡ERES LA VERDAD! y abrazó a la anciana.

La anciana liberada del abrazo de Atena, le dijo: en otro tiempo nuestro acercamiento habría sido un poco más dramático… yo habría perdido la cabeza y tu usarías mi cara de escudo, pero afortunadamente los tiempos cambian.

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Los motivos de otra luz

Los motivos por los cuales he decidido escribir estos relatos cortos son… una para no olvidar, otra es para retribuir… por lo recibido, bueno y malo, aquí esta una pequeña contribución. Otra es para lograr una mejor comprensión sobre diversos temas que han llegado a mí gracias a lo que mi esposo ha tenido a bien como siempre… compartir, proteger y nutrir.

Así que sé bienvenido.

¡Gracias Alfonso!

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Lázaro

No había forma de explicar de manera lógica cómo había llegado a ese estado. Lázaro era como cualquier chico de su edad aficionado a los video juegos, los gadgets y las redes sociales … con miles de amigos podría decirse que nunca estaba solo. Pasaba horas detrás del monitor o si salía llevaba su inseparable apéndice… su celular, al que miraba con adoración durante horas y horas, sin importar que sucediera a su alrededor.

Sus padres acostumbrados a su habitual aislamiento consideraban normal que les respondiera con monosílabos. Finalmente él era producto de años de esmerado y sobre protector amor… para todo fin práctico habían criado a un rey, aún cuando ellos no tuvieran los recursos lo mimaron con esmero, él se sabía el centro del universo y con el tiempo aprendió a someter a sus padres con violencia, después de todo era el Rey ¿no?

Con el tiempo Lázaro se convirtió en un adulto, un adulto que no se bastaba por sí mismo, era incapaz de mantener una relación con el mundo real y si no se cumplían sus caprichos, hacía un despliegue de violencia, que apaciguaba los ánimos de quienes no tenían otro remedio que lidiar con él… sus padres. Los cuales al darse cuenta de su vejez y la tiranía de Lázaro, empezaron a perder la esperanza de cambiar el rumbo de su existencia.

Un día los padres de Lázaro escucharon hablar de un Hombre que le explicaba los secretos de la vida y había quienes decían que hacía milagros. Gracias a ello, se animaron a ir a escucharlo. Era increíble, su sola presencia hacía callar a todo el mundo. Así con la esperanza de cambiar su miserable existencia le pidieron que fuera a ver a Lázaro.

El Hombre siempre amable, accedió acompañarlos a su casa. De camino le explicaron la situación de Lázaro, el Hombre los escuchó con atención y al final de su relato, se hizo un gran silencio, el Hombre no decía nada y ante lo absurdo de la historia, los padres avergonzados de la situación sólo atinaron a decir, es como si Lázaro estuviera muerto.

El Hombre los miró fijamente y les indico que le llevaran a su casa. Al llegar Lázaro estaba como de costumbre, vegetando frente a sus gadgets, apenas notó la presencia de los padres y el invitando.

Los padres esperaban que apareciera algún tipo de ángel, un halo luminiscente o algo milagroso… algo. Sin embargo, todo parecía igual.

El hombre miró fijamente a Lázaro y éste de pronto tomó conciencia de que era observado por el extraño. Lázaro empezó a atemorizarse, la sola presencia del Hombre le intimidaba, pero esto no bastó para hacerle cambiar en su rutina.

El tiempo que el Hombre le miro, empezó a incomodarlo más y más. Cuando Lázaro iba a responder con su habitual violencia. El Hombre le miro sin miedo u odio y con todo el poder de la palabra, dijo: LEVANTE Y ANDA.

Lo que siguió después fue cómico, Lázaro que hasta ese momento jamás había recibido una instrucción tan brutalmente honesta, se levantó y caminó como impulsado por resortes. Los padres sorprendidos corrieron a abrazarlo entre risas y llantos. Lázaro estaba en shock, todas su defensas se habían derrumbado en un instante, estaba ahí parado totalmente receptivo a lo que sucedía a su alrededor. Efectivamente, era como sí regresara de entre los muertos.

Epílogo:
******************************************************
Lázaro seguía de pie, anonadado, miró al Hombre y sólo atinó a preguntar ¿qué pasó? El Hombre lo miró fijamente y respondió, no me toca a mí explicarte que pasó, tú lo sabes. Cada existencia es una posibilidad, pero no todos lo logran comprender; A veces sólo se necesita un momento para romper la inercia que encadena a una existencia gris y vacía.

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