Dios está en la sinapsis

Saúl continúo dando cátedra a David, el personal del hospital coincidía que el proceso era más para Saúl que para su hijo, sin embargo Saúl seguía pensando que su hijo lo escuchaba y que comprendía.

Hijo ya ha pasado tiempo y ya te he explicado cosas que tal vez puedan ayudarte a recordar y comprender. Quizá el reto al cual te enfrentes ahora es ver a que decides enlazarte.

Una de las ideas que me movió a realizar estas cátedras contigo, fué una idea que ví en un documental. Ahí explicaban el funcionamiento del cerebro y un neurólogo comento que si Dios existe está en la sinapsis.

La idea me gustó… imagina la más compleja red de conexiones que permite transmitir señales electroquímicas de una neurona a otra, de su correcto funcionamiento depende la existencia de un ser. Esto en sí ya podría entrar en el reino de los milagros, sin embargo es real, tan real que se da a cada instante en este momento mientas te hablo, mientras me escuchas.

Cuando te hablaba del espectro químico del León a esto me refería, cuando existe la conexión de una célula a otra existe la posibilidad. No es un milagro es un hecho. Y cuando existe una mente que se da cuenta, las posibilidades de cambio crecen a medida que aumenta tu capacidad de darte cuenta, es decir, en la medida en que estas consciente de que pasa a tu alrededor.

Mi labor está hecha, como todo buen viaje, este ha llegado a su fin, he podido explicarte cosas que creo importantes para que tú puedas elegir.

Como padre, como ser humano, me he dado cuenta de que uno no pude afectar el destino de otro, a cada quien le corresponde elegir, si acaso sólo puedo acompañarte y ser testigo de las elecciones que tomes. Ahora mi que mi labor ha concluído, creo que es tu turno.

Si decides regresar a casa, te estaré esperando.


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